La Bioneuroemoción y otras terapias, han ayudado a controlar las enfermedades de una madre sevillana.


·         “Voy aprendiendo a hacerme responsable de lo que vivo empezando por mi cuerpo y así puedo hacerme a su vez, responsable de superarme”.

·       “Me gustaría relacionarme con personas con inquietudes y aprendizajes compatibles con los míos. Podría ser una forma de enriquecernos mutuamente y quién sabe lo que podría aprender”.

Se llama Mª Paz,  tiene 47 años, vive en Sevilla capital, está separada y tiene un hijo de 17 años. Hace unos años la detectaron fibromialgia y desde los 21 años, aproximadamente, hipoglucemia reactiva.  Después de no superar la adaptación a un puesto de sustitución en julio del 2009, tuvo que pedir la baja médica y se planteó lo siguiente: “¿Qué va a ser de mí?  Tengo que trabajar, un hijo que cuidar…”
Observaba que tal y como veía la sociedad, los trabajos, la vida en general, no le ayudaba a encontrar una salida. La medicina no le servía porque no le daba soluciones para sanar. La única ayuda era tomar algún que otro medicamento como paracetamol, ibuprofeno, disciplina en mantenimiento físico (para el que no encontraba voluntad ni fuerzas por las responsabilidades que ya tenía), control mental o estabilidad emocional tomando antidepresivos, asistiendo a terapias, etc.

No podía evitar preguntarse: “¿esto es lo que me espera para toda mi vida? ¿tengo que resignarme a sentirme mal, fatigada, cansada, dolorida, con intervalos depresivos, limitada, dependiente de terapias…?”. Concluyó lo siguiente: “solo yo puedo ayudarme porque solo yo puedo conocerme a mí misma”. “¿Qué soy? ¿De qué estoy hecha? Un cuerpo, una mente, una energía…. y aquí empezó mi andadura.”

Comenzó investigando sobre alimentación, observando cómo se siente según lo que come. Por ejemplo, las infusiones le daban energía, pero esto no era suficiente. Se apuntó a Yoga y Taichí, pero lo terminó dejando. Se inició a leer sobre la mente, con sus procesos de pensamiento, identificaciones… etc. Observaba ya bloqueos y resistencias mentales debido al cansancio que sentía huyendo de esfuerzos o disciplinas diarias y se lastimaba fácilmente  por lo que cogía más miedo aún. Seguía buscando respuestas, hasta que intuyó que la verdadera base estaba en su mente inconsciente:

“Los libros y las charlas sobre esto en internet me ayudaron a comprender cómo solo el aquí y ahora es lo que tienes, cómo eliminar el estrés. Aprendí sobre los procesos de pensamiento, la mente egotista (identificación con los pensamientos, creer que somos lo que pensamos), los papeles del ego o identificaciones mentales… Podía entender perfectamente sus mensajes pero leyéndolos despacio y meditando sobre cada párrafo. Es la forma real de ver que estás comprendiendo y así puedes cambiar, no se trata de leer mucho y rápido sino de tomar conciencia.”, añade Mª Paz.

“Ocurrieron cambios en mí con todo esto. Me des identifiqué de ciertos pensamientos y uno de los más duros era sobre el futuro laboral, si la mente utiliza constantemente el pasado y el futuro para identificarse, casi nunca está en el momento presente y me hace creer que la realidad depende de lo que haya experimentado en un pasado y las creencias adquiridas en este”, continúa diciendo.

Dejó los antidepresivos. Llegó un momento en el que se dio cuenta de que ya no los necesitaba, podía controlarse mentalmente para observar sus bajones, emociones de ahogo, de oscuridad… Nunca volvió a tomar  ansiolíticos a pesar de haber tenido algún momento de crisis. Lo único que tomaba de vez en cuando era ibuprofeno o paracetamol.
“Si tengo un dolor me voy al dolor para sentirlo hasta que de repente este desaparece, si le prestas atención aceptándolo y uniéndote a él en lugar de resistirte a él, este desaparece porque ya no necesita llamarte la atención, ya le has prestado atención. El cuerpo te está hablando.”, explica.

Cuando se separó practicaba natación, pero por su estado emocional perdió 10 kg, cogía frio, no soportaba el agua de la piscina,  se le contraían los músculos, así que lo tuvo que dejar. Ahora con esta práctica, ha superado los calambres en las piernas que padecía desde entonces y ha vuelto a nadar.
Más tarde descubrió la Bioneuroemoción (es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, la que se halla asociada al síntoma y el sentido que tiene desde la historia personal, familiar y transgeneracional, para hacerla consciente y así poderla tratar mediante técnicas de des aprendizaje favoreciendo su curación), le ayudó a comprender, aceptar, integrar y cambiar.

“Lo que no expresas se convierte en tu destino, un terapia llamada “terapia del espejo” no es mirarte a un espejo, sino observar las personas que atraes, las circunstancias o cosas que te pasan, todo a tu alrededor y entender que son un espejo de lo que tú sientes o como tú sientes, emociones que no has superado, juicios, etc.”, termina diciendo Mª Paz.


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